Desde que nacieron no han dejado de prometer mejorías a los usuarios que han querido usarlas. Pero tampoco han dejado de causar problemas a todos aquellos contra los que rivalizan. Hablamos de plataformas tan polémicas como Airbnb o Uber.
La 1.ª ha puesto de moda el alquiler turístico que tanto preocupa y ocupa a los ayuntamientos de las grandes ciudades. Barcelona y Madrid están entre ellas. La 2.ª continua generando polémica entre las asociaciones de taxistas, que finalmente han logrado que el Congreso haya convalidado un decreto para limitar la actividad de las VTC en nuestras ciudades.
Pero la polémica no solo está servida aquí. En otras ciudades del mundo(planeta) los ánimos están equivalente de caldeados. Lo justifica esta iniciativa que, a pesar de haber nacido en Barcelona, cuenta ya con la adhesión de 42 ciudades de todo el mundo (y subiendo), que se han unido para hacer frente a estas plataformas digitales. Las consideran una amenaza y quieren terminar con su capacidad para operar libremente por la ciudad.
Primera reunión de ciudades contra Uber℗ y Airbnb
Están Madrid o Barcelona, como decíamos, pero además Nueva York, San Francisco, Ámsterdam, París, Seúl o Reijkiavik. La 1.ª reunión de los miembros de esta plataforma se ha producido en la Ciudad Condal, coincidiendo con el senado Smart City Expo. Y de esta ha salido una declaración (el vinculo está en catalán) con diez puntos en los que se exigen muchas cosas. Una de las más importantes: que plataformas como Airbnb o Uber℗ tengan que solicitar permiso para operar en cualquier ciudad.
Pero esto no es todo. Entre estos diez puntos además se contempla una cuestión importante: la legislación laboral. Las ciudades que se han puesto de acuerdo reclaman transparencia: quieren que dichas plataformas faciliten info sobre los datos(info) que recopilan de los usuarios.
Se quejan porque los ayuntamientos de esta ciudades afectadas no tienen competencias en las materias que suelen atacar estas plataformas. Se habla, por ejemplo, de transporte, licencias de alojamiento turístico o inclusive sobre legislación laboral, una cuestión que afecta principalmente a servicios como Glovo, sobre el que sus trabajadores ya se han declarado en repetidas situaciones con total descontento sobre su modelo laboral.
Unas reglas del juego claras
Parece que Barcelona será una ciudad pionera a la hora de legislar en este sentido. Gerard Pisarello, teniente de alcalde de Economía del Ayuntamiento de Barcelona, ha aclarado al diario El País que el consistorio tiene previsto elaborar una guía práctica sobre derechos laborales. Con esta pretenden informar a las personas sobre cuáles son sus condiciones y derechos en este tipo de plataformas digitales. Con ello quieren poner sobre la mesa el asunto de la precariedad laboral.
Cuentan desde el ayuntamiento que el desafío pasa por promover prototipos que sean colaborativos de verdad. Pero al mismo tiempo, explica, es imprescindible que las reglas del juego estén claras, sobre todo cuando la actividad de la plataforma esté teniendo un impacto negativo sobre la vida de la gente de la ciudad y de los trabajadores que están tratando desarrollar sus actividades o negocios bajo las reglas tradicionales.
Para ellos son claramente colaborativas plataformas como Moodle, que da empleo a 136 millones de estudiantes. También está Wikiloc o Wikipedia, ejemplos, según el teniente de alcalde de la ciudad, de lo que son plataformas efectivamente participativas y colaborativas. Algo muy distinto, bajo su criterio, a lo que finalmente representan Airbnb o Uber.