Muy a menudo hemos hablado de Corning y del cristal para aparatos que fabrica, en teoría, casi a prueba de bomba. El designado Gorilla Glass es la envidia de bastantes aparatos sensibles a caídas y roturas, y Samsung℗ usa ese cristal en el nuevo Galaxy℗ Note 7.
Pues puede que Apple℗ no se rinda tan fácilmente con la búsqueda de sus pantallas de cristal de zafiro, a pesar del sonoro fracaso más o menos reciente en este sentido, más si tenemos en cuenta que la pantalla del nuevo Samsung Galaxy Note 7 se raya con más sencillez que cualquier iPhone, según unas pruebas independientes que además, Gorilla da por buenas.
Partamos de la base de que las pruebas a las que Jerry Rig Everything ha sometido al movil de Samsung℗ con una pantalla Gorilla Glass 5 han sido más que extremas, brutales. El control de cualidad al que ha sido sometido el dispositivo es algo tan sencillo y agresivo como rayar la pantalla con distintos puntas de destornillador, y a visualizar que pasa. Esto es, que las pruebas se basan en ir a buscar aposta el daño a la pantalla, en unas ocasiones que casi a todas luces posiblemente nunca nos encontraríamos fuera de un marco de pruebas.
Al margen de unas discutibles escalas de medición de fuerza ejercida y resistencia de la superficie, Corning apunta que si se ejerce cierto grado de compresión sobre el cristal de modo no uniforme, es probable rayarlo. El problema radica en la falta uniformidad de la presión, velocidad e inclinación del objeto que raya, y del trazo ejercido sobre la superficie. El productor además, apunta que en algunos casos la realización de la raya puede provocar el desprendimiento de partículas de cristal que, ante un ojo inexperto, pueden ser síntoma de una perforación en el cristal, cuando esto no tiene porque ser necesariamente así.
La pantalla del iPhone℗ ha tenido episodios de triste popularidad por ser sensible a romperse, que no a rayarse. Apple utiliza cristal de zafiro en sensores Touch ID, las lentes de cámara, y en los Apple℗ Watch a exclusión de los prototipos deportivos. Corning garantiza que el zafiro es más susceptible a la rotura y es menos translúcido que su propio Gorilla Glass.